Los objetivos de reducción de peso y sostenibilidad, así como la integración de los sistemas de propulsión alternativos suponen una reorientación en el diseño del vehículo, el tipo de materiales empleados para la construcción del vehículo, tecnologías, procesos de fabricación y de montaje, sin comprometer la seguridad, y que permitan además la mejora de la reciclabilidad y el ahorro de costes y tiempo de producción.

• Los tipos de materiales están cambiando radicalmente el concepto actual de la estructura del vehículo hacia una tecnología multimaterial. Se ha incrementado el uso de nuevos materiales plásticos a través de procesos de transformación de termoplásticos, composites y sistemas híbridos y se diseñan piezas aligeradas con acero de alta resistencia capaces de absorber la energía en caso de impacto.
• En un futuro próximo las estructuras portantes de los vehículos sufrirán importantes modificaciones derivadas de la integración de los conceptos cell to pack y cell to vehicle, que implican que las baterías del vehículo asuman parte de la responsabilidad estructural, provocando importantes variaciones en la geometría y materiales de la estructura del vehículo.
• Integración de sensores que permitan la comunicación y automatización de los vehículos.
• En los últimos años el sistema de iluminación es una parte cada vez más importante del diseño exterior. En el sector de automoción no ha dejado de avanzar para lograr una mayor seguridad al volante siendo las últimas tecnologías capaces de proyectar mensajes e indicaciones sobre la carretera para adaptar la conducción a las circunstancias de la vía, por ejemplo, señalizando obras, peligros o recordando señales o indicaciones. También adaptan automáticamente la iluminación al tipo de vía y evitan deslumbramientos al resto de conductores.