Componentes metálicos, rodamientos y elementos de fricción
Los automóviles cuentan con muchos elementos visibles y también con componentes que, a pesar de estar ocultos, son indispensables para el buen funcionamiento del conjunto. Es el caso de los componentes metálicos, rodamientos y elementos de fricción desarrollados por los proveedores de automoción. Hay una gran variedad de componentes metálicos. Cada metal ofrece una serie de ventajas, cualidades o peculiaridades que los fabricantes aprovechan para conseguir determinados objetivos constructivos.
En la actualidad, es frecuente encontrar componentes, estructuras, chasis y carrocerías en los que se combinan metales de distinta naturaleza. Los más utilizados son las aleaciones de hierro (acero y aceros aleados), de aluminio y de magnesio. Por su parte, los rodamientos son los elementos que transfieren movimiento, absorben cargas y emiten fuerza. Son importantes en un automóvil porque reducen la fricción entre un eje y los diferentes elementos móviles del sistema, facilitando el movimiento.
Los rodamientos se caracterizan por llevar unas pequeñas bolas o rodillos y se ubican en distintos componentes con transmisión de movimiento del vehículo. Por ejemplo, las manguetas, la cremallera de dirección o la caja de cambio. Los elementos de fricción son todos aquellos que están expuestos a un rozamiento. Al tratarse de piezas con un elevado desgaste, como el sistema de frenado, los fabricantes de componentes los desarrollan con materiales de la máxima calidad que garantizan su durabilidad y resistencia.
