- Los retos de la movilidad urbana requieren una estrategia-país que garantice la supervivencia del sector de automoción post-COVID, su visión de futuro y su posicionamiento global.
- Al hablar de movilidad urbana y vehículos del futuro podemos distinguir cuatro áreas consideradas clave para garantizar la competitividad futura del sector. Es lo que se conoce como el modelo MADE (Movilidad, Automatización, Digitalización y Electrificación).
El sector de la movilidad está inmerso en una transformación sin precedentes y la COVID-19 ha supuesto un nuevo contexto de incertidumbre en algunos aspectos. La pandemia ha provocado una aceleración de los cambios ya iniciados para la movilidad del futuro y, sobre todo, de urgencia por proponer soluciones. También ha consolidado la presencia de nuevos agentes en el terreno de juego, requiriendo mirar más allá del corto plazo al hablar de movilidad urbana y vehículos del futuro.
Ha sido necesario establecer una agenda de prioridades estratégicas para hacer frente a la aparición de nuevas alternativas de movilidad, el empleo de nuevas tecnologías y el desarrollo de nuevos modelos de negocio. En este nuevo ecosistema de movilidad, la flexibilidad es un imperativo para seguir siendo competitivos, siendo la tecnología la palanca para lograr dicha flexibilidad.
Caminamos hacia la Industria 5.0. Si queremos ser capaces de afrontar retos tan importantes y complejos como los planteados, es esencial una mayor colaboración pública-privada que permitirá gestionar los fondos europeos y diseñar conjuntamente los planes para que las cosas se puedan hacer bien en tiempo y forma.
¿Cómo serán los vehículos del futuro? Áreas clave para garantizar la competitividad
La movilidad del futuro será una movilidad sostenible, segura, conectada y automatizada. Así lo recoge el estudio Contexto de la industria de componentes para automoción 2020. Plan de medidas empresariales elaborado por SERNAUTO, Roland Berger y Alantra Spain. En él podemos distinguir cuatro áreas consideradas clave para garantizar la competitividad futura del sector.
Es lo que se conoce como el modelo MADE:
- Nueva movilidad: la tecnología permite generar servicios y modelos de negocio que van más allá de la propiedad por parte del usuario, favoreciendo nuevas formas de comercialización y uso. Al existir más opciones de movilidad, el usuario puede decidir cuál le conviene para cada desplazamiento.
- Conducción autónoma: la tecnología de software y la instalación de sensores permiten avanzar en el desarrollo de vehículos autónomos. Ya existen prototipos en los niveles más altos de autonomía. La regulación jugará un papel fundamental en cuestiones de seguridad y dilemas morales.
- Digitalización: los avances tecnológicos están extendiendo el uso y las aplicaciones de IoT (‘Internet of Things’) en los vehículos. La mayor interconectividad del vehículo con su entorno facilita y favorece que sectores como el tecnológico se incorporen a la cadena de valor. Los datos procedentes del uso del vehículo y su entorno se pueden emplear en mejora de la salud, seguridad y experiencia del consumidor.
- Electrificación: los objetivos de descarbonización y de las regulaciones de calidad del aire en las ciudades requieren una mayor eficiencia del combustible y un aumento de la cuota de mercado de los vehículos de energías alternativas. El consumidor, el regulador y el desarrollo de las nuevas tecnologías juegan un papel clave.
Estas macrotendencias suponen un reto continuo en el tiempo. Dicho reto conlleva la transformación de los procesos o fábricas, pero también las personas, los equipos de trabajo y los proveedores son parte del cambio.
Tres propuestas para la movilidad del futuro
A fin de poder hacer frente a los retos de la movilidad del futuro, se ha elaborado una estrategia-país que garantice la supervivencia del sector de automoción post-COVID, su visión de futuro y su posicionamiento global. Para llevarla a cabo, es vital poder aprovechar la oportunidad que ofrecen los Fondos Europeos del Next Generation y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Desde SERNAUTO hemos coordinado la presentación de tres Manifestaciones de Interés (MDIs) a la convocatoria del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo:
- MDI Sistema de almacenamiento para vehículos eléctricos de todo tipo (xEV): aúna los proyectos tanto de baterías como de hidrógeno, por las sinergias técnicas que presentan.
- MDI Entorno de referencia global: para el diseño, ensayo y validación de soluciones avanzadas de movilidad automatizada, conectada y sostenible (CCAM Sostenible). Para ello será clave la conectividad 5G.
- MDI Industria de automoción inteligente y competitiva: avanzamos hacia la Industria 5.0. En ella destacan la investigación y la innovación como impulsores de una transición hacia una industria europea sostenible, centrada en el ser humano y resiliente. Será clave atraer y fidelizar el talento.
La mayor revolución se dará en la movilidad urbana
Avanzamos hacia una nueva cultura de la movilidad urbana. En esta etapa será necesario reconciliar el desarrollo económico en las ciudades con la calidad de vida y la protección medioambiental. Si queremos que las ciudades sean atractivas y competitivas, será indispensable que ofrezcan una excelente respuesta a los retos de movilidad actuales.
Para ello deben tener un mayor rendimiento y capacidad de adaptación, con menos tráfico, mejor mantenimiento y mayor oferta de transportes. También es necesaria más innovación y coordinación entre los diferentes agentes; así como una mayor accesibilidad para todos los ciudadanos. Una buena cobertura y la reducción de tiempos de espera en el transporte público permitirán una amplia flexibilidad.
El desarrollo de las ciudades inteligentes -o smart cities– debe tener detrás un plan estratégico y una visión a largo plazo sobre las necesidades de los ciudadanos en aspectos de movilidad y transporte. Deben ser capaces de ofrecer soluciones flexibles, multimodales, asequibles, digitales, seguras, sostenibles y conectadas. Para lograrlo, es necesaria una mayor cooperación entre Administración y proveedores.
La movilidad del futuro, especialmente la movilidad urbana, plantea numerosos retos que requieren grandes inversiones en I+D+i. En este contexto, los Fondos Europeos son un factor clave. Para garantizar la competitividad del sector en las cuatro áreas que definirán a los vehículos del futuro, es necesaria la colaboración público-privada.