ÍNDICE DE CONTENIDO
Componentes del coche clave para mejorar la seguridad vial en 2025
Componentes esenciales para mejorar la seguridad vial
Componentes del coche de seguridad activa
Componentes del coche de seguridad pasiva
La tecnología, fundamental para mejorar la seguridad
Consejos para una conducción más segura
- Los datos de siniestralidad vial siguen siendo elevados. Por ese motivo, fabricantes y proveedores de componentes trabajan por mejorar los elementos de seguridad activa y pasiva de los vehículos actuales y futuros.
- La tecnología tiene un rol esencial en la mejora de la seguridad vial, pero también el uso responsable de los sistemas y el mantenimiento preventivo de los componentes del coche por parte de los conductores.
Los datos de siniestralidad vial siguen siendo inaceptables en pleno S. XXI. El último informe de la DGT revela que, en 2023, fallecieron 1.806 personas en nuestras carreteras. Además, se produjeron un total de 101.306 siniestros viales. Ambos datos aumentaron en un 3% con respecto al año anterior. En base a ello, ¿qué componentes del coche serán clave en la seguridad vial este 2025 para bajar las cifras?
Componentes esenciales para mejorar la seguridad vial
Hoy día, no es posible concebir automóvil sin un amplio elenco de sistemas de asistencia a la conducción y de seguridad. Estos pueden ser de dos tipos:
- Seguridad activa: buscan brindar una mayor eficacia y estabilidad al vehículo en marcha y tratan de evitar que se produzca un accidente.
- Seguridad pasiva: tratan de reducir los daños que se pueden producir sobre los ocupantes ante un accidente inevitable.
Todos estos componentes de un coche se complementan entre sí con el objetivo de mejorar la seguridad vial.
Componentes del coche de seguridad activa
Los componentes de seguridad activa son cada vez más numerosos en los vehículos y, por supuesto, más sofisticados, pese a que muchos de ellos nacieron el siglo pasado:
- Neumáticos.
- Sistemas de frenado como el sistema antibloqueo (ABS), la distribución electrónica de frenado (EBD), el asistente a la frenada de emergencia (BAS) o la frenada autónoma (AEB).
- Control electrónico de estabilidad (ESC).
- Control de tracción (TSC).
- Dirección.
- Asistente de velocidad inteligente (ISA).
- Suspensión.
- Aviso de cambio involuntario de carril con asistente de dirección.
- Detector de ángulo muerto.
- Carrocería y chasis.
- Elementos de confort, como la climatización o la ergonomía de los asientos.
- Detector de fatiga.
- Sistema de iluminación, con nuevas tecnologías como los faros dinámicos y digitales.
- Elementos de visibilidad, como los parabrisas térmicos o los espejos antideslumbramiento.
Componentes del coche de seguridad pasiva
Los elementos de seguridad pasiva pueden ser estáticos o dinámicos. Estos últimos son activados electrónicamente por una centralita (ECU):
- Cinturón de seguridad de tres puntos.
- Airbags, cada vez más completos y numerosos.
- Estructura de deformación programada de la carrocería.
- ROPS o arcos de protección en descapotables.
- Reposacabezas.
- Sistemas de retención infantil (SRI).
- Sistema eCall de llamada a emergencias.
- Ventanillas y lunas laminadas.
- Sistema de corte de inyección o protección de la batería en los vehículos eléctricos.
La tecnología juega un papel esencial en los componentes del coche enfocados en la seguridad. Junto a ella, es indispensable un mantenimiento responsable por parte de los conductores para mejorar la seguridad vial.
La tecnología, fundamental para mejorar la seguridad vial
Como se puede comprobar, en muchos de los componentes del coche de seguridad activa y pasiva juega un papel fundamental la tecnología.
Y no solo hablamos de las innovaciones integradas en el automóvil, sino también de aquellas desarrolladas por los proveedores de automoción, cuya contribución es clave, ya que suministran el 75% de los componentes que definen su seguridad, eficiencia y sostenibilidad.
La tecnología les permiten desarrollar procesos productivos más avanzados y emplear nuevos materiales más seguros, ligeros y sostenibles.

A ello hemos de sumarle las innovaciones en las cámaras, sensores y radares. Gracias a ello, los sistemas de asistencia (ADAS) son cada vez más avanzados. De hecho, muchos de ellos ya son obligatorios en 2025.
Diversos estudios afirman que, si todos los vehículos equipasen de serie estos sistemas se podrían prevenir aproximadamente el 40% de los siniestros de tráfico, el 37% de las lesiones graves y el 29% de las muertes causadas por siniestros viales.
El siguiente paso es la conducción autónoma, con vehículos capaces de comunicarse entre sí y con la infraestructura. Estos avances, que ya se empiezan a ver en algunos vehículos del mercado, serán clave en la mejora de la seguridad vial.
Tanto en España como en el resto del mundo se están llevando a cabo diversas pruebas con este tipo de automóviles que ya están dando sus frutos. En esta línea, el desarrollo de la tecnología 5G y de la regulación serán factores clave.
Consejos para una conducción más segura
Más allá de la tecnología presente en los vehículos y los numerosos avances de la industria, son vitales una serie de actuaciones por parte de los conductores para mejorar la seguridad vial:
- Llevar a cabo las revisiones periódicas que indica el fabricante para cerciorarse de que todos los componentes del coche están en buen estado.
- Usar los sistemas de seguridad correctamente. De nada sirve equiparlos si se desactivan los ADAS al arrancar o no se usa el cinturón.
- Reparar posibles daños en elementos clave del vehículo, como los faros, las lunas o los airbags. De igual forma, mantener limpios los elementos de visibilidad.
- Adaptar los diferentes componentes del coche a las necesidades individuales, como los espejos o los asientos.
- Al comprar un vehículo, valorar los sistemas de seguridad que equipa.
- Ante reparaciones o sustitución de piezas, apostar siempre por talleres de confianza y repuestos originales.
La seguridad se ha convertido en un pilar fundamental en el sector de la automoción, hasta el punto en el que la práctica totalidad de los componentes del coche se desarrollan en torno a ella.
El avance de la tecnología, junto con un mantenimiento responsable por parte de los conductores, nos permitirán mejorar la seguridad vial en los próximos años y reducir las cifras de siniestralidad hacia un objetivo cero.