- El coche eléctrico es el eje del cambio hacia la movilidad sostenible.
- Se estima que un coche de 20 años contamina igual que cinco coches actuales, equipados con innovadoras tecnologías de ahorro y eficiencia.
El nuevo paradigma de la movilidad sostenible ha llegado para quedarse. El transporte por carretera necesita actualizar sus formatos para reducir su impacto ambiental. La huella de carbono y las emisiones de gases nocivos deben reducirse para mejorar las condiciones de vida del mundo entero. Para lograrlo se están produciendo grandes avances tecnológicos que buscan mitigar el daño al medio ambiente, aunque no solo la tecnología va a ser necesaria para acometer el cambio de movilidad más importante del último siglo.
El nacimiento del automóvil revolucionó la forma en la que los seres humanos vivimos. Pudiendo recorrer mayores distancias en un menor tiempo hizo posible que el mundo se volviera más pequeño. El transporte por carretera ha marcado nuestras vidas en los últimos 100 años, adaptando nuestra sociedad a la dependencia del automóvil. Esa dependencia ha ido creciendo junto con una población cada vez mayor. El tráfico rodado es hoy una de las fuentes de contaminación del mundo, debiendo reducir su impacto por el bienestar de todos.
El coche eléctrico como eje del cambio hacia la movilidad sostenible
Los continuos avances tecnológicos han permitido que los coches sean cada vez más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. El vehículo eléctrico es el próximo gran paso en los sistemas de movilidad sostenible. Su implantación va poco a poco en aumento. La mejora en las tecnologías de baterías permite recorrer mayores distancias sin la necesidad de recargar. Los coches eléctricos más avanzados del mundo ya pueden viajar por carretera con total tranquilidad.
Las baterías y la mejora de la autonomía no son el único esfuerzo en el campo de la movilidad eléctrica. Más actores deben sumarse a la iniciativa para acelerar el cambio. La red de infraestructura debe dar una respuesta sólida y confiable a todos aquellos que decidan dar el paso al coche eléctrico. La mejora en los sistemas de recarga es esencial para reducir las emisiones. Más puntos, más potencia y más autonomía permitirán acelerar la transición hacia la electrificación del transporte, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.
Los usuarios necesitan una certeza en sus desplazamientos, ya sean largos o medios. La falta de unidad de criterios y la estandarización de los puntos de recarga son algunos de los problemas actuales. Los conductores se encuentran ante una baja operatividad de la red de carga. España tiene que mejorar la implantación de puntos, ya que actualmente nos encontramos en los vagones de cola de la infraestructura europea con una media de tan solo 1,1 puntos por cada 100 kilómetros recorridos.
La necesidad de ayudas estatales para acelerar la transición
El Gobierno ha lanzado un programa con el cual pretende estimular la transición al coche eléctrico y mejorar la red de carga de los aproximadamente 15.000 puntos públicos actuales a más de 100.000 al cierre del año 2023. Además de eso, tiene previsto publicar un mapa de puntos de recarga públicos a nivel nacional. Una guía que todos los conductores podrán emplear para saber dónde pueden enchufar su coche eléctrico con la intención reducir la llamada ansiedad de autonomía.
Los conductores y las empresas necesitan ayudas para cambiar su paradigma de movilidad. Las instituciones públicas tienen que animar a los conductores con programas de ayudas para la compra de vehículos poco contaminantes. Programas viables, como el MOVES, que sirvan como eje principal en una transición necesaria para los próximos años. Ayudas directas e indirectas también para aquellos que quieran instalar puntos de carga, eliminando la compleja y enrevesada burocracia que hoy lastra y retrasa grandes proyectos.
España cuenta con uno de los parques automovilísticos más viejos de Europa. Con una longevidad media de más de 13 años por vehículo. Diversos estudios han demostrado que el rejuvenecimiento de la flota supondría reducir emisiones contaminantes a la atmósfera a gran escala. Se estima que un coche de 20 años contamina igual que cinco coches actuales, equipados con innovadores tecnologías de ahorro y eficiencia.
Sistemas de movilidad sostenible respetuosos con el medio ambiente
Desde la industria automotriz se trabaja para ofrecer a los conductores diversas opciones de movilidad sostenible, con vehículos equipados con diferentes sistemas de propulsión:
- Eléctricos.
- Híbridos.
- Híbridos enchufables.
- Vehículos de gas e hidrógeno.
Opciones de movilidad sostenible que se están convirtiendo en el pan nuestro de cada día. La oferta es cada vez más amplia e interesante. Productos con un mínimo impacto ambiental destinados a múltiples entornos, usos y clientes. Una oferta que crecerá en los próximos años.
Lo mismo que la tecnología relacionada a ellos. Importantes avances tecnológicos, tales como:
- Baterías de estado sólido.
- Sistemas de carga ultrarrápidos.
- Motores de alta eficiencia.
- Pilas de combustible.
- Combustibles sintéticos.
- Biocombustibles.
- Y mucho más.
Un futuro de múltiples alternativas está tomando forma. Los conductores tendrán a su alcance la posibilidad de escoger el formato que mejor se adapte a sus necesidades o posibilidades, siempre con una importante reducción en la huella de carbono.
Los avances tecnológicos permitirán reducir el impacto del transporte por carretera en el medio ambiente. Se necesita la colaboración de todos para mejorar la calidad del aire. Desde consumidores y empresas comprometidos con el objetivo, hasta instituciones decididas a ayudar para animar a dar el salto tan importante que está por venir.