En invierno, y a causa de las bajas temperaturas, es probable que la batería de tu coche comience a fallar, pero ¿por qué sucede esto? Tras el verano, donde las altas temperaturas son protagonistas, la batería del coche sufre un proceso de autodescarga por el calor que provoca su deterioro y, por lo tanto, que falle más durante el invierno.
Desde la iniciativa ‘Elige Calidad, Elige Confianza‘ de SERNAUTO, formada por una veintena de los principales fabricantes de componentes de primer equipo adheridos a la asociación, advierten que “por lo general, el vehículo tarda más en arrancar durante los meses más fríos, porque la batería de arranque disminuye su capacidad a temperaturas bajas, de hecho, la capacidad de la batería se reduce por cada grado que baje la temperatura”.
Las baterías se van deteriorando con el tiempo al ser un producto activo que sufre desgaste y esto sucede aunque no se utilice. El factor meteorológico puede acentuar este desgaste ya que, con las altas temperaturas, aunque la batería se almacene en condiciones óptimas, la autodescarga de esta es mayor.
“En invierno lo que ocurre es que la baja temperatura del motor y del aceite demandan a las baterías mayor potencia de arranque, que en ocasiones no se consigue dado el deterioro que han sufrido durante el verano. Además, las bajas temperaturas influyen en el proceso químico que tiene lugar en el interior de la batería, lo que también afecta al arranque y la recarga”, afirman desde ECEC. Además, informan de que las funciones de confort que utilizamos en los meses de frío como la calefacción en los asientos, también se alimentan de la batería por lo que podrían verse afectados.
Como medida para combatir los efectos que las temperaturas tienen sobre la batería del vehículo, los fabricantes de componentes realizan una importante labor en materia de I+D+I orientada a mejorar la autonomía y la aceptación de carga por encima del 30 por ciento. Con esto se consigue mejorar el rendimiento de la batería incluso en condiciones meteorológicas extremas, así como reducir el riesgo de descarga o avería.
La implicación de los fabricantes unido a un buen mantenimiento del vehículo, con revisiones periódicas, puede evitar la descarga de nuestra batería, así como otro tipo de averías provocadas por las altas temperaturas.